Acabó
Salí a toda prisa, como una locomotora en marcha y hacia un solo sentido. Fui a la tienda por cigarrillos. El vendedor acababa de colocar una caja de 10 unidades en mi mano extendida cuando vociferé -¡Cajetilla grande!- casi reprimiéndole por esa ocurrencia. Sé que notaba mi cara desencajada, al rozar mi mano habría podido percibir…